Acné... Ese odiado enemigo.

19.10.2018

Acné... Ese odiado enemigo.


Con el paso de los años nos olvidamos aquellos que hemos sufrido el acoso del acné de lo que psicológicamente nos afecto en un periodo clave de nuestra vida.

Yo, hablando desde mi propia experiencia, sufrí durante mi etapa de adolescencia esa incómoda sensación de ver tu piel a diario repleta de granitos y de vez en cuando asomaba esa pápula o pústula desagradable en el peor día o en el peor momento. Ya sabemos que a esa edad todo es un drama.

Ahora tenemos la ventaja de dejar en el olvido esas sustancias agresivas, sulfatadas y azufradas que lo único que conseguian a priori era calmar un poco esa inflamación y provocar una sequedad horrible en nuestra piel y que no eran solución a largo ni a medio plazo y en muchos casos ni siquiera en breve.

Aún sabiendo que el acné es una enfermedad común y que en muchos casos la tratamos como tal con medicamentos que mejoran rápidamente el aspecto de la piel, la experiencia de más de 30 años me demuestra que sólo son soluciones que, sin lugar a dudas mejoran muchísimo, las consecuencias a la larga no son tan beneficiosas, no solo a nivel piel, sino a nivel interno. 

Muchas de esas medicaciones están contraindicadas en algunos casos y en otras ya te advierten de las consecuencias que te puede traer la ingesta de algunos fármacos que te avisan incluso del peligro de quedarte embarazada en al menos dos años, de las analíticas controladas por la subida de los valores internos a nivel higado y riñón o de los problemas segundarios de sequedad tanto de piel, ojos e incluso sequedad vaginal en las mujeres durante y después de finalizado el tratamiento.

Mi experiencia en este campo que es mucha, afortunadamente, me permite valorar los resultados muy positivos de estos medicamentos pero siempre que queden bien explicados los daños colaterales que pueden sufrir esos paciente.

Si nos movemos en el campo de la estética, en nuestro Centro trabajamos esos problemas de tratamientos de acné, piel grasa y seborrea con resultados muy satisfactorios.

Logramos grandes cambios en pieles con esa disfunción y no solo de una manera puntual, sino que mantenemos en el tiempo con tratamientos en cabina y pauta domiciliaria un mecanismo de depuración de la piel y un reequilibrio a nivel profundo que nos garantiza resultados sorprendentes.

Quitamos la obstrución del canal pilosebaceo y disminuimos la secreción de sebo, atenuando la actividad secretora de las glándulas sebaceas.

Controlamos la proliferación bacteriana y reducimos el rubor y la inflamación epidermica.

Y sobre todo cuidamos a esa piel que está muy desprotegida dándola una cobertura de protección frente a la acción solar y evitando así que esas secuelas nos acompañen el resto de nuestra vida.

Cuando yo comencé mi andadura en el campo de la estética hace ya 35 años no contábamos con estos avances, pero ahora no nos podemos permitir que nuestros adolescentes sufran de esa manera los estragos que deja una patología tan dañina para nuestro futuro a nivel visual.

Este es mi testimonio personal.....


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